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Mostrando entradas de 2016

*Volar, lo que se dice volar...*

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Me olvidaré de volar,      volar, lo que se dice volar, no vuelo... Me olvidaré de soñar,      soñar, lo que se dice soñar, no suelo... Me olvidaré de cantar,      cantar, lo que se dice cantar, no puedo... Me olvidaré de llorar,      llorar, lo que se dice llorar, no es bueno... Me olvidaré de vagar,      vagar, lo que se dice vagar, no viene a cuento... Me olvidaré de pensar,      pensar, lo que se dice pensar, no es tan cuerdo... Me olvidaré de sufrir,      sufrir, lo que se dice sufrir, no es mi lamento... Me olvidaré de esperar,      esperar, lo que se dice esperar, no llena hueco... Y mientras cierro los ojos entenderás mi pesar, pues desde que cambié mis alas por tu hermosa libertad, y encontré la salida cuando me negué a entrar, sentí la herida abierta y entre sonrisas supurar, pues tenías que mirar hacia arriba si me venías a buscar, y mis pies ya no tocaban el suelo sólo querían bailar. Despojada de todo, respirando sin miedo, voy en

*Recalculando La Ruta*

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* Ilustración de Alfonso Casas * Pues resulta que en mi casa (o mejor dígase la de mis padres, que es donde me biencrié), que somos muy refraneros, solemos decir a modo de consolación y aceptación del caos más absoluto y evidente que... "Ningún perdido se pierde", pues bien, yo soy el "perdido que se pierde". Y como parece que en esta época estival tan bonita y aventurera todo el mundo aprovecha para irse de viaje, yo estoy pensando que voy a ver si me centro y me voy re-ubicando, porque resulta que me paso el día viajando, vaya que sí... y es que este corazón mío se las pasa latiendo de acá para allá de aventuras en historias y de sonrisas en lamentos. Y está claro que todos sabemos cómo y cuándo comienza un viaje pero... ¿cómo termina? ¿cuándo? y ¿por qué?.  A mi me encanta la improvisación, soy aventurera a más no poder... ¡me meto en cada lío! Por mucho esmero que haya puesto en preparar el equipaje, siempre se me olvida algo. Latir de este modo est

*Cuestión de Prioridades... o No*

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*Abracadabra*

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Vertederos del mal y los más oscuros abismos, serpentean ansiosos por el borde de sus ojos,  agónicas ilusiones disfrazadas de espejismos, que destiñen ansiosas a favor de sus antojos. Atracción ingrávida ardiendo en su mirada, el poder en sus manos y la fuerza inherente son mar de fuego de una sola llama, hoguera alumbrando sentencias de muerte. Conjuros, locura y secretos, nunca parecen los mismos, oscuras tinieblas se enredan entre sus sueños rotos, vanidades que le empujan hacia horribles cataclismos, y alimentan antiguos miedos que pertenecieron a otros. Cada nuevo universo resurge con furia de la nada, alimentando su corazón, reconstruyendo su mente, iluminando con timidez su tembloroso y quebrado alma, difuminando colores, texturas, sonrisas y suerte. * * * * * A B R A C A D A B R A Traducida del hebreo antiguo, esta poderosa y mágica palabra significa: "ENVÍA TU FUEGO HASTA EL FINAL"

*Ment-ira*

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"La realidad misma es la que puede asumir la función de la afirmación de sus derechos irrenunciables" ¿Por qué no podemos escapar de la mentira?  Es tan vieja como el mundo, pero nunca estuvo tan desarrollada, organizada y difundida como en la sociedad actual. Una sociedad que permanece inerme ante un fenómeno que pervierte las relaciones humanas hasta límites insospechados y distorsiona la visión de lo real. Pensamientos y sentimientos ligados a este mal que nunca nos deja indiferentes, que nos cabrea, nos desanima, nos angustia y que destruye la confianza cuando se da entre las personas que más queremos y que, muchas veces, dicen hablar en honor a la verdad. Soy de esas personas a las que se les llena la boca maldiciendo la mentira y a los mentirosos, pero debo reconocer que, si bien no me duele tanto el formato de la mentira en si, muchas veces me ahogo en la desazón de las causas que conducen a ella. Tal vez la principal razón no sea otra que en algún momento

*Paseo del Silencio*

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El camino de ida invitaba al misterio, el horizonte de frente, a los pies el mar. Un rincón escondido, donde el alma se mece, entre sentencias de humo y regueros de sal. Entre el amor y el hastío, la luz del sol languidece, con cuatro versos tristes aún por recitar. Pero si las manos hubieron de unirse para empezar a caminar, no pudieron sus ojos, al volver, dejar de llorar. ¿Qué tramaba la oscura noche? ¿Por qué la magia dejó de funcionar? Como dos niños perdidos, envueltos en llanto y en dudas que crecen, sin un futuro con el que soñar. Dejarían de ser el extraño pulular dormido, del último rayo de luna que no aparece, arrasada de sombras a las que apagar. Pero es entonces, en el peor de lo silencios, cuando las almas forman su peculiar y sigiloso camino, y mientras ambas siluetas se van fundiendo en un solo latido, no habrá más desafíos, ni cambios de sentido.